El Chef Corentin Bertrand lleva más de dos lustros de relación estable con la cocina mexicana y -a su joven edad- es una especie de embajador entre un amplio bagaje francés y la propuesta utópica que caracteriza a la cocina de Mónica Patiño.

“Soy de varias partes de Francia: nací en el valle de Loire y después nos mudamos a un pueblito en los Alpes, finalmente a Vienne, una ciudad al sur de Lyon. Desde que yo tenía 10 años, ya sabía lo que quería hacer: mi abuelo era panadero y mis otros abuelos tenían un hotel-restaurante; nada muy sofisticado, pero cuando yo nací, ya había algo de ello en mí… Mi papá era de París y mi mamá del noreste de Francia. Ella cocinaba todo el tiempo, así que me acerqué… primero eran pastelitos y después vino todo lo demás...”.

Para el Chef Core, ya es casi imposible pensar en los platillos de su natal tierra sin el toque mágico que aporta “lo mexicano”. En sí mismo, esto tampoco es una noción congelada, porque México ha sido una tierra nutrida por los intercambios y su expresión prehispánica se mantiene vigente tras varias afortunadas negociaciones. El continuo trueque al interior de una tradición, que homenajea el espíritu de nuestros ancestros con productos frescos, de calidad, derivado de procesos productivos sustentables, está detrás de las recetas que nos comparte…